Automatizar:
hacer automático; hacer que un sistema responda, por sí mismo, sin la intervención
de un operario, a estímulos externos de una manera prefijada. Hablamos de automatizar y no simplemente de sistematizar en virtud del dinamismo de los sistemas con los que se propone trabajar. El proceso judicial, de hecho, es parte de un sistema de normas, puesto que ello es lo que implica un código de preceptos procesales. Al dotar al sistema judicial de una herramienta de alta tecnología, deviene como consecuencia natural un aumento en la eficacia y el desempeño del mismo. Sin embargo, el dinamismo del instrumento, con el que se podría dotar a los usuarios del Tribunal Superior de Justicia, permite dar un paso hacia el futuro y dejar abierta, cuando menos, la puerta a la automatización de procesos. Las implicaciones de la automatización del procedimiento judicial son diversas y, a ciencia cierta, su trascendencia en el ámbito del litigio, permanece sin ser descubierta. En trazos generales, al automatizar el procedimiento civil se pretende lograr que ese aparato adjetivo de normas sea aplicado con mayor eficiencia. Facilitar al juez la toma de decisiones y hacer más eficiente el aparato judicial mediante la disminución de costos, la celeridad y economía en los trámites procesales y la expedición pronta de justicia. |
No es
posible eludir la necesidad de hacer automático, en la medida de lo posible, el
procedimiento judicial. El cambio social y el progreso de la tecnología dentro de la
comunidad requieren de un sistema normativo apropiado y que pueda seguir el ritmo de la
evolución en la sociedad. La ciencia del Derecho no puede quedarse atrás y volverse un lastre para la el Estado. Lo contrario, debe tender hacia los más altos ideales de convivencia entre los hombres y encontrar el camino para hacer de la Ley un ejemplo y el pilar sobre el cuál descansen las relaciones de los individuos entre sí y entre ellos y la autoridad. El mundo se encuentra encauzado en una tendencia hacia la automatización. La introducción de sistemas automáticos en todas las ramas del conocer humano tiene el carácter de irreversible. El aparato de justicia debe tener acceso a esa tendencia y debe marcar el ritmo del progreso en el ámbito de su competencia. En general, los sistemas de Justicia de herencia romano - germánica, de carácter escrito, se prestan con mayor facilidad a la codificación y la consecuente sistematización de los cuerpos adjetivos de normas. La legislación adjetiva de los Estados Unidos Mexicanos, en general, permite dar pasos firmes hacia ese objetivo. La codificación existente está dispuesta de tal manera que permite que la norma sea |
importada
a un sistema computarizado de alta tecnología mediante el cual su aplicación se pueda
llevar a cabo de manera más eficaz, rápida y segura. Sobre todo, permite que algunos de
los trámites que implica la codificación de la que hablamos, sean desarrollados de
manera automática, sin la intervención del hombre a cada paso del procedimiento. Lo expuesto no implica, bajo ninguna circunstancia, la sustitución del individuo o el abandono de la aplicación de la Justicia a manos de un ser mecánico. Lo contrario, implica dotar al individuo y al aparato judicial de una herramienta de suma utilidad que se hará cargo de todos aquellos trámites y procesos que sólo quitan tiempo y recursos a la sociedad. Devolver al juez o al magistrado el tiempo que invierte en cuestiones de mero trámite, es dotarle de nuevos espacios para el estudio y la decisión. La creación de acervos documentales que podrán servir en todo momento de apoyo al juzgador a fin de emitir sus resoluciones y, finalmente, un sistema dinámico con acceso a grandes bases de datos puede incluso asistir al órgano judicial, en la toma de decisiones, mediante respuestas precisas a preguntas dadas, con base en parámetros estadísticos. Nada de lo que se ha expuesto hasta aquí queda fuera del alcance de la mano del hombre. El desarrollo de tecnología cada día más perfecta, la evolución de los sistemas y la facilidad de accederlos, conforman una coyuntura histórica a la que resulta difícil dar la espalda. |