Introducción

Es inútil resistirse a la realidad de los tiempos. Hoy por hoy, el instrumento más utilizado por el hombre es la computadora, así como una de las actividades que ha caracterizado la última mitad de este Siglo, es la automatización de procesos.

La gran mayoría de las áreas del conocimiento humano se han visto permeadas por la ciencia de la computación y podemos afirmar que no hay lugar en donde no encontremos un computador operando, sirviendo de algún modo en el desempeño de las diversas tareas que realizamos diariamente.

El Derecho, nuestra materia de estudio, la que pretendemos profesar, es una de las pocas áreas que, por sus especiales características, ha opuesto resistencia al desarrollo de sistemas automatizados propios.

Este trabajo pretende presentar una visión general sobre la posibilidad de automatizar el proceso civil en México, que es tan sólo una pequeña parte del inmenso mundo que abarca la materia jurídica. Se encuentra dividido en tres partes, partiendo de una visión general del área de sistemas, pasando por una visión más particular del ramo de la informática jurídica y concluyendo en las posibilidades de la automatización de procesos dentro del sistema judicial.

La primera parte de este trabajo pretende ser una introducción a la informática en general. No podría abordar el tema de la informática jurídica sin antes asegurarme de que el lector sepa lo mínimo indispensable sobre computadoras y su capacidad a fin de poder seguir la línea de pensamiento esbozada en los apartados siguientes.

La segunda parte esta dedicada a la informática jurídica, que es, a fin de cuentas, la materia que hace posible y que estudia la automatización de procesos dentro de la Ciencia del Derecho.

La tercera parte, finalmente, trata sobre la transición de ciertos conceptos básicos en la estructura del Derecho y su nueva definición concluyendo con una visión de lo que podría ser el proceso civil en México una vez incorporadas las nuevas tecnologías.

El cómo lograr la incorporación de una ciencia con otra y los pormenores técnicos que tal integración implica, son necesariamente, materia de un trabajo mucho más amplio de tipo técnico que deberá desarrollarse (algún día, esperanzadamente) entre profesionales de sistemas y derecho, conjuntamente.

En cuanto a esta exposición, habrá logrado su propósito si llama la atención del estudiante, el estudioso, el profesor y el maestro de Derecho hacia las nuevas tecnologías y la inminencia de la necesidad de su aplicación a nuestra materia.